Ciclicamente incierto...

Todo lo que en un momento comienza debe terminar, no se si comenzar por el inicio de esta historia o sólo contarles el final…

Creo que comenzaré con el final, para así dar paso al inicio de un nuevo comenzar…

Fabián y Almendra, dos adolescentes que la vida accidentalmente los hizo conocerse… el tiempo los hizo amarse… la rutina los hizo alejarse y terminar ese amor que ambos habían declarado tener en algún momento de la relación.

La vida continuaba, y con 16 años hay muchos pasos que seguir dando…

Pasaban los años y la vida se hacia compleja, ganabas experiencias, malos ratos, buenas situaciones, buenos amigos… nuevos amores y desamores…

Almendra siguió en el mismo colegio terminó el 4to medio, a veces veía a Fabián, pero más que un HOLA y CHAO no hablaban, para ella Fabián fue parte importante de su vida, siempre se recordaba con ternura de él, pero los caminos se habían distanciados y las relaciones eran tirantes en físico, pero mentalmente un hermoso recuerdo. Ella sentía que a Fabián no lo olvidaría, pero sabía que tratar de volver a intentarlo no iba a resultar, debía seguir un gran camino para madurar…

Para Fabián la vida le había puesto nuevos desafíos, él ya no estaba en el colegio y estaba siguiendo una carrera, él la recordaba no tanto desde su mente, sino también desde su corazón. Para él, ella había sido de quien se había enamorado, estaba como hechizado. Aún habiendo estado con una persona después de ella, durando casi 4 meses más que con Almendra, las cosas no habían funcionado, puesto que su nueva pareja no era ella. Sentía su ausencia y al recordarla evocaba momentos hermosos como un beso o un abrazo.

Por diversos motivos y siempre presente en la memoria, Almendra contacta a Fabián, sabía que él era una buena persona, y por eso ella no iba a permitir que la vida les jugara adverso y no los dejara ser amigos o si eso era mucho pedir, al menos ser cercanos.

Rarezas de la vida, vuelven a alejarlos, pero aún estando en contacto, aunque poco, se vuelven a juntar, ahora ya no de 16, sino que de más de 20, pasando cosas que a ambos lo haría cambiar, tanto la forma de ser como de pensar, pero siendo en esencia los mismos niños que una vez se encontraron esta historia vuelve a comenzar… pero este final… no está escrito como el anterior, este final… lo construye el destino… quizás cuanto tiempo más durará… no lo sé, pero Fabián y Almendra están sellando la etapa pasada para comenzar desde nuevos cimientos más sólidos en experiencia pero inocente como la primera vez.